Ya son 15 los muertos por la explosión de pipa en el Puente de La Concordia, Iztapalapa
Por: Inés Arroyo
La tarde del 10 de septiembre de 2025, una tragedia sacudió a la Ciudad de México: una pipa que transportaba 49,500 litros de gas LP volcó y explotó en el Puente de La Concordia, ubicado en la alcaldía Iztapalapa. La deflagración generó una intensa onda expansiva que afectó a vehículos y peatones en un amplio radio, dejando escenas de pánico y destrucción a su paso.
Hasta las 22:00 horas del 15 de septiembre, el Gobierno de la Ciudad de México actualizó el saldo de víctimas, que asciende a 15 fallecidos. Además, 37 personas permanecen hospitalizadas y 31 han sido dadas de alta tras recibir atención médica. La explosión también provocó daños en más de 30 vehículos que circulaban por la zona.
Entre las víctimas se encuentran personas de todas las edades, entre ellas estudiantes, docentes y vecinos que transitaban por el área. La tragedia ha conmovido a la comunidad de Iztapalapa y a la ciudad en general, debido a la magnitud del accidente y al heroísmo de algunas personas que arriesgaron su vida para auxiliar a otros.
Las autoridades señalaron que la principal causa del accidente fue el exceso de velocidad por parte del conductor de la pipa, quien sufrió lesiones graves y se encuentra bajo custodia mientras se realizan las investigaciones correspondientes. Asimismo, se han planteado cuestionamientos sobre posibles irregularidades en la empresa Transportadora Silza, operadora de la unidad, respecto a la vigencia de sus pólizas de seguro.
En respuesta al siniestro, se desplegó un operativo interinstitucional para brindar atención médica, psicológica y social a las víctimas y sus familias. Se habilitaron módulos de atención en hospitales y centros comunitarios cercanos, así como un número telefónico de información para los afectados. Además, la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, anunció la creación de un protocolo que regule el transporte de materiales peligrosos en zonas urbanas, con el objetivo de prevenir futuros accidentes de esta naturaleza.
La comunidad de Iztapalapa y organizaciones civiles han mostrado solidaridad frente a la tragedia, organizando brigadas de apoyo, centros de acopio y asistencia emocional para los afectados. Este accidente se ha convertido en uno de los más graves de la última década en la capital del país, y pone en evidencia la necesidad de reforzar la seguridad en el transporte de sustancias peligrosas y de fortalecer la infraestructura urbana para evitar incidentes similares.
El Puente de La Concordia, epicentro del desastre, permanece cerrado mientras las autoridades realizan labores de limpieza, evaluación estructural y seguimiento de la investigación. Se espera que los resultados de la investigación permitan esclarecer las responsabilidades y mejorar las medidas de prevención.
Este lamentable suceso ha marcado un antes y un después en la gestión del transporte de materiales peligrosos en la Ciudad de México y ha resaltado la importancia de la coordinación entre autoridades, empresas y ciudadanos para garantizar la seguridad de la población.
