Tlatelolco celebra sus raíces con una ofrenda monumental que une arte, memoria y comunidad

Tlatelolco celebra sus raíces con una ofrenda monumental que une arte, memoria y comunidad


Por: Héctor Herrera 


La Plaza de las Tres Culturas se convirtió en el corazón de una celebración llena de color, historia y participación ciudadana. La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México inauguró la ofrenda monumental de Tlatelolco, una instalación colectiva que honra las raíces prehispánicas y la memoria de los pueblos, abierta al público de forma gratuita hasta el 2 de noviembre de 2025.

Durante la ceremonia, la titular de Cultura capitalina, Ana Francis López Bayghen Patiño, destacó que el proyecto busca fortalecer la identidad y el trabajo comunitario. "Desde la Secretaría de Cultura seguimos descolonizando las formas de hacer cultura que nos fueron impuestas, porque lo que somos es potente y fuerte", señaló.

La ofrenda, creada con la participación de vecinos, artistas y colectivos de Tlatelolco, Tepito y Guerrero, combina arte y tradición. En el centro destaca una pirámide titulada "El regreso de Cuauhtémoc al Montículo de Arena", rodeada de cráneos decorados por la comunidad. También se incluyen tapetes de aserrín, una representación del Juego de Pelota en Mictlán con calaveras monumentales, pinturas colectivas y elementos que invitan a reflexionar sobre la conexión entre la vida y la muerte.

El subsecretario de Grandes Festivales Comunitarios, Argel Gómez Concheiro, reconoció el esfuerzo colectivo que dio vida a la obra. "Lo que hace especial esta ofrenda es la colaboración de muchas personas con distintas experiencias. Solo así se logra una creación de esta magnitud", afirmó.

Por su parte, Edwina Villegas Gómez, titular de la Zona Arqueológica de Tlatelolco, explicó que la instalación se inspira en las festividades prehispánicas Miccailhuitontli y Huey Miccaílhuitl, dedicadas a los fieles difuntos. "El pasado tiene futuro; esta ofrenda honra nuestras raíces y el patrimonio cultural de la Ciudad de México", expresó.

El curador Miguel Mares resaltó que Tlatelolco es más que una unidad habitacional: es un territorio con una profunda herencia cultural que une a distintas comunidades. Artistas como Cristóbal Ocho, Mizaira Nayeli Reyes Morales y colectivos como Bryon (UNAM) y Amaxac Tepito coincidieron en que el proceso creativo fortaleció los lazos vecinales y permitió compartir el arte como un acto de resistencia y unión.

Al cierre, López Bayghen reflexionó sobre la forma en que el pueblo mexicano vive el Día de Muertos: "Aquí la muerte se canta, se llora y se festeja al mismo tiempo. Esa capacidad de transformar el dolor en arte y celebración muestra la grandeza de nuestras raíces".

La ofrenda monumental de Tlatelolco se levanta como un símbolo de identidad, comunidad y memoria viva, recordando que el pasado sigue presente en cada flor de cempasúchil y en cada historia compartida.