Raíces y resistencia: el 5 de septiembre, un tributo a las mujeres indígenas de México

Raíces y resistencia: el 5 de septiembre, un tributo a las mujeres indígenas de México

Por: Inés Arroyo 

Cada 5 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena, una fecha que honra la lucha y la resistencia de millones de mujeres originarias en América Latina. En México, esta conmemoración adquiere un sentido especial por la diversidad cultural del país y por el papel central que desempeñan las mujeres indígenas en la preservación de tradiciones, lenguas y saberes ancestrales.

El día fue establecido en 1983, durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Bolivia, en memoria de Bartolina Sisa, mujer aimara que encabezó una rebelión contra la colonia española y fue ejecutada en 1782. Su historia se convirtió en símbolo de la lucha contra la opresión y de la dignidad de los pueblos indígenas.

México cuenta con más de 23 millones de personas que se reconocen como indígenas, pertenecientes a 68 pueblos originarios y a más de 360 variantes lingüísticas. Las mujeres han sido fundamentales en la transmisión de conocimientos, la medicina tradicional, la agricultura, la partería y la defensa de los territorios. Sin embargo, enfrentan una doble condición de vulnerabilidad: la discriminación de género y la exclusión histórica hacia los pueblos originarios.

Datos de organismos como el INEGI y la CEPAL muestran que muchas mujeres indígenas viven en condiciones de desigualdad social, con acceso limitado a servicios de salud, educación y empleo. A ello se suma la violencia de género, los matrimonios forzados y la exclusión de espacios de decisión política, lo que refleja las deudas pendientes del Estado mexicano.

A pesar de estas barreras, la historia reciente ofrece ejemplos de mujeres que han abierto camino. María Sabina, sabia mazateca de Oaxaca, es reconocida por su conocimiento en medicina tradicional; la Comandanta Ramona, del pueblo tzotzil en Chiapas, fue figura emblemática del EZLN en los años noventa; y Eufrosina Cruz Mendoza, zapoteca, marcó un precedente en la participación política de las mujeres indígenas. Estas figuras representan la fuerza de quienes, desde sus comunidades, defienden la dignidad y la justicia.

En el país, instituciones como el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) organizan cada año actividades culturales, foros y encuentros para visibilizar el papel de las mujeres indígenas y reconocer su contribución a la sociedad. Estos espacios buscan pasar de la conmemoración simbólica a la construcción de políticas que garanticen igualdad y respeto.

El Día Internacional de la Mujer Indígena no solo recuerda la historia de Bartolina Sisa, sino que invita a reflexionar sobre el presente y el futuro. En México, millones de mujeres indígenas siguen siendo pilar de identidad cultural y, al mismo tiempo, protagonistas de la lucha por un país más justo e incluyente.