Henry Lane Wilson, era el embajador que conspiró para derrocar al presidente Francisco I. Madero y quien fue uno de los que provocó la sangrienta lucha armada de la Revolución Mexicana.
Un poco extenso, pero vale la pena leerlo completo.
¿Quién fue Henry Lane Wilson?, Embajador de los EE.UU. en México (1909-1913):
1857, noviembre 3
Nace en Montgomery County, Crawfordsville, Indiana, EE.UU.; sus padres fueron James Wilson (congresista por el Estado de Indiana) y Emma Ingersoll Wilson.
1885
Se casa con Alice Vajen y se muda a Spokane, Washington.
1893
Financieramente fue aniquilado en el Panic de este año.
1897
Fue designado por el presidente William McKinley (1897-1901) como ministro de los EE.UU. en Chile; ahí logró disminuir las dificultades existentes entre los gobiernos chileno y argentino, que parecían prestos a estallar una guerra; Theodore Roosevelt, presidente de EE.UU. (1901-1909) lo mantiene hasta 1904.
1904
Termina como embajador de los EE.UU. en Chile y se le designó ministro en Bélgica; cuando estaba ejerciendo su cargo, se desarrolló la controversia de la proclamación del Estado Libre del Congo, permaneció hasta 1909.
1909, diciembre 21
Henry Lane Wilson fue nombrado embajador en México, por William Taft, presidente de EE.UU. (1909-1913).
1910, febrero 26
Se manifestó a favor de que México fuera regido por instituciones, lo que hizo que fuera bien visto por los opositores al régimen porfirista (curiosamente Plutarco Elías Calles en 1928 dijo algo similar).
1910, marzo 5
Presentó sus credenciales al Gral. Porfirio Díaz, presidente de México, como embajador de EE.UU. en México; en su entrevista tuvo una impresión favorable del presidente, pero ésta cambió cuando Porfirio Díaz no aceptó sus propuestas exageradas de otorgar mayores ventajas a favor de las empresas norteamericanas que a las británicas, pues Henry Lane Wilson era un abogado fiel representante de los intereses de los grandes negocios; entonces pensó que la opción para continuar la “diplomacia del dólar”, un clima favorable para el capitalismo global y masas firmemente controladas, era Francisco I. Madero, de modo que mantuvo una actitud favorable al triunfo de la revolución maderista, con la idea de que ésta se reduciría a un mero cambio de personas. Henry Lane Wilson formó a su alrededor un grupo de inversionistas y representantes de las grandes empresas norteamericanas que integraron la Sociedad de Amigos del Embajador, pero que, dadas sus opiniones, alguien bautizó como Sociedad para el Fomento de la Intervención en México. Durante su gestión, el embajador Wilson se involucró en los asuntos internos de México para defender los intereses de los inversionistas y empresarios de su país, a quienes el gobierno del Gral. Porfirio Díaz había protegido y otorgado concesiones y privilegios para explotar los recursos petroleros, principalmente en el norte del Estado de Veracruz y sur del Estado de Tamaulipas (conocida como la Faja de Oro).
1910, noviembre 20
Francisco I. Madero mediante el Plan de San Luis convoca al pueblo a levantarse en armas contra el régimen de Porfirio Díaz a las seis de la tarde, debido a su dictadura y al fraude de las elecciones primarias celebradas el 26 junio y de las elecciones secundarias el 10 de julio de 1910, y en general al gobierno de Porfirio Díaz, quien había sido reelecto una vez más, con resultado 99% a 1%, negándose a una apertura democrática.
1911, mayo 25
El Gral. Porfirio Díaz abandona el país y parte a París, Francia, al exilio.
1911, noviembre 6
Como embajador de William Taff en México, Henry Lane Wilson tuvo temor por las tendencias izquierdistas del nuevo gobierno encabezado por Francisco I. Madero tras la expulsión de Porfirio Díaz, Henry Lane Wilson consideró a Francisco I. Madero como "un lunático", asumiendo el papel de catalizador para el complot del Gral. Victoriano Huerta, Félix Díaz y el Gral. Bernardo Reyes contra el presidente Francisco I. Madero. Habiendo asumido Madero la presidencia de la República, las esperanzas de Henry Lane Wilson de ser un procónsul de los EE.UU. en México, se vieron frustradas. Entonces la esposa de Henry Lane Wilson pidió a Sara Pérez de Madero, esposa del presidente, $50 mil pesos anuales y al serle negados, creció su rencor. Además, a través de su hermano el senador John Lockwood, vinculado con la ASARCO (American Smelting and Refining Company), Henry Lane Wilson tenía ligas económicas con la familia Guggenheim y ésta a su vez, tenía viejas rencillas por motivos de negocios con la familia Madero que era dueña de empresas en Coahuila que competían con los negocios de los Guggenheim, lo cual aumentó la aversión personal hacia Madero de Wilson. Madero no era aficionado a la bebida y consideraba a Wilson un alcohólico. El hecho es que Wilson mediante sus amañados informes a Philander C. Knox, secretario de Estado norteamericano, influyó decisivamente para que su gobierno retirara paulatinamente su apoyo a Madero hasta serle francamente hostil y se desencadenará una corriente norteamericana a favor de la intervención en México. Según Paul von Hintze, embajador alemán en México, convencido de la necesidad de derrocar al gobierno de Madero y en alianza con Wilson, la oposición de este contra el presidente mexicano, comprendía las siguientes acciones:
1. Enviar notas de protesta cada vez más hostiles al gobierno mexicano en las que se aprovechaban todos los incidentes, hasta los más triviales.
2. Evacuar norteamericanos de muchas regiones de México y dar armas a un sector de la colonia norteamericana en México, mediante lo cual la embajada norteamericana intentaba crear una atmósfera de histeria contra el gobierno de Madero y sentar las bases para una intervención norteamericana en México.
3. Organizar una amplia campaña de prensa en los EE.UU. en la cual se presentaba a Madero como incapaz de imponer "la ley y el orden" en México.
4. Apoyar intentos de golpe contra Madero. Para diluir el intervencionismo norteamericano y a sabiendas de que no contaría con la anuencia de todos los embajadores acreditados en México, Wilson organizó un grupo integrado por representantes de las grandes potencias: EE.UU., Gran Bretaña, Alemania y España, cuyas decisiones unilaterales las presentaba a Madero “en nombre del cuerpo diplomático” y además actuaba como si representara a todos los embajadores. Fue así que Wilson se unió a la campaña de desprestigio que emprendieron en contra de Madero los grupos exporfiristas, mediante el sistemático envío a su gobierno de información tergiversada que mostraba a México sumido en la anarquía y a Madero como un presidente incapaz de gobernar al país.
1911, diciembre 1
Tras el triunfo de Madero y el exilio del Gral. Porfirio Díaz rumbo a Francia comenzó a gestarse en el embajador un gran malestar ya que no veía con buenos ojos el gobierno de Madero, las intrigas por parte de Wilson, se iniciaron veinticuatro días después de que Francisco I. Madero tomó posesión de su cargo como presidente. Por su parte la Casa Blanca lo que pretendía era que no se alterase el orden en México para que no sufriesen los intereses norteamericanos invertidos en nuestro país. Para desprestigiar más al gobierno de Madero en la Casa Blanca, el embajador Wilson se valía de las sublevaciones instigadas por los hermanos Vázquez Gómez, periodistas canallas como Jesús M. Rábago y el Dr. Enrique González Martínez quienes lanzaban encabezados abominables y amarillistas. La difamación se centraba en mostrar un gobierno mexicano de increíble ineficacia, un pueblo descontento con las ideas del nuevo gobierno y un ejército que solo demostraba una gran incapacidad y falta de disciplina. Wilson era una persona racista y clasista, más de una vez lo expreso en sus notas y correspondencias.
1912, enero 23
La verdad es que en estos momentos México está hirviendo de descontento, principalmente entre las clases más elevadas y educadas, que son las que, en análisis final, deben mandar en este país. En algunos otros Estados, como Sinaloa, Michoacán, Sonora, Guanajuato y San Luis Potosí, en donde los gobiernos locales han pasado a manos de ignorantes e ineducados peones. Henry Lane Wilson no tuvo empacho en convertir la embajada americana en foco de conspiraciones, tenso las relaciones entre EE.UU. y México, optando por otros medios más eficaces amenazando al Secretario de Relaciones y a los senadores con la condición de que si no se resolvía la situación en México entre las fuerzas revolucionarias y federales, desembarcarían tropas norteamericanas en Veracruz, pensando así que Madero renunciaría para evitar la intervención extranjera.
1912, marzo
Henry Lane Wilson envió una circular a los estadounidenses que habitaban en zonas “peligrosas” que las abandonaran y entregaran sus propiedades a los consulados más próximos para su protección. Acciones como ésta infundían miedo a todos los inversionistas extranjeros, al grado que los británicos formaron un comité de defensa y que el propio presidente William Howard Taft propusiera al embajador inglés una intervención conjunta con otras potencias europeas para pacificar México.
1912, abril 1
Francisco I. Madero informó al Congreso de estos rumores de intervención extranjera y los atribuyó a la prensa malintencionada.
1912, abril 15
Henry Lane Wilson logró que su gobierno protestara enérgicamente por la destrucción de propiedades de sus nacionales y el aumento de la inseguridad, que exigiera la protección adecuada y que previniera de los riesgos de aprehender a norteamericanos, a la vez que condenaba la participación de estos en los conflictos entre mexicanos. La nota impactó a la prensa mexicana y puso a debate la posible intervención de Estados Unidos, pero el canciller mexicano Pedro Lascuráin dio la contestación debida a la misma desconociendo todo derecho de Estados Unidos para hacer ese tipo de advertencias y señalando su apego estricto al derecho internacional; asimismo, protestó porque dicha nota se había dirigido también al rebelde Pascual Orozco, contra toda regla diplomática.
1912, junio
Entre junio y octubre, Wilson viajó a su país, lo que coincidió curiosamente con nuevas movilizaciones de la armada norteamericana en el Golfo y en el Pacífico. La primera para impresionar al pueblo mexicano con el poderío de los EE.UU.; la segunda con motivo de la rebelión del general Félix Díaz.
1912, septiembre 15
El gobierno norteamericano envió la nota más enérgica e insultante de nuestra historia diplomática, seguramente a propuesta de Wilson, en la que reiteraba sus exigencias de trato preferencial a ciudadanos y empresas estadounidenses y concluía amenazante que, si no se terminaba con las rebeliones y el caos, “evidentemente sería necesario que el gobierno de los Estados Unidos considerara las medidas que debería tomar para resolver dicha situación”. Por lo tanto, solicitaba que Madero le comunicara lo que haría al respecto. Pedro Lascuráin nuevamente contestó, ahora con una detallada documentación de los hechos denunciados que demostraban lo equivocado de las impugnaciones norteamericanas; asimismo, reprochaba que Estados Unidos no trataba igual a los mexicanos y que hubiera permitido la organización de los rebeldes dentro de su territorio, así como el tráfico de armas por su frontera.
1912, diciembre 12
Francisco I. Madero envió extraoficialmente a Estados Unidos al secretario Lascuráin para tratar de suavizar el informe que sobre la situación de México se presentaría al Senado norteamericano y a gestionar el retiro de Wilson como embajador, y de cualquier modo impedir que fuera ratificado por el nuevo presidente de ese país. Además, Pedro Lascuráin tendría una entrevista con el presidente William Taft. Pretendía así anular las voces intervencionistas estadounidenses. Sin embargo, con gran enojo, Wilson viajó también a su país y al parecer acordó con Taft y su secretario de Estado Knox, el derrocamiento de Madero mediante la amenaza de intervención armada. Fueron tantas noticias falsas y tan exageradas enviadas por su embajador que el propio gobierno de Estados Unidos pidió a sus cónsules que por su cuenta informaran de la situación, ya que en la mayoría de los casos los informes que ellos enviaban contradecían los de Wilson. Por su parte, Madero soportaba la actitud de patrón arrogante y las impertinencias de Wilson con la esperanza de que al tomar posesión en marzo de 1913 el nuevo presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, de quien se decía amigo, le concedería el cambio de su embajador.
1913, febrero 9
Como se acababa el tiempo que tenía para actuar contra Madero, con o sin autorización de su gobierno, Wilson promovió el levantamiento de Manuel Mondragón, Gregorio Ruiz, Gral. Bernardo Reyes y su hijo Rodolfo, y Félix Díaz para el 11 de febrero de 1913, pero al ser descubiertos, tuvieron que adelantarlo el domingo 9. Fracasado el cuartelazo y muerto Reyes y atrincherados los golpistas en La Ciudadela, Wilson se puso en contacto con Huerta, recién nombrado por Madero como jefe del ejército, para discutir la traición; ambos compartían por lo menos dos afinidades: la admiración por Porfirio Díaz y la afición al alcohol. Se inició así la “Decena Trágica”, diez días durante los cuales los alzados no fueron aplastados por el ejército regular porque sus altos mandos negociaban la traición a Madero y al mismo tiempo aterrorizaban a la población para que demandara la paz a cualquier costo, con la muerte de cientos de civiles en combates intencionalmente ineficaces. El mismo día del frustrado cuartelazo, Wilson se comunicó telefónicamente con el canciller Lascuráin, en nombre de todas las misiones diplomáticas, para exigirle protección para los extranjeros y sus propiedades. Más tarde también le envió una nota en el mismo sentido. Al día siguiente, Wilson reunió a los diplomáticos en la embajada norteamericana y promovió que acordaran formar una guardia propia para cuidar las delegaciones diplomáticas. Al mismo tiempo, solicitó a Lascuráin, que las acciones bélicas contra los rebeldes fueran limitadas a fin de que no resultaran afectadas las embajadas ubicadas en la zona.
1913, febrero 9, siendo presidente Francisco I. Madero, se inició una contrarrevolución, la cual se agudizó durante el período conocido como la Decena trágica. En esos días, Henry Lane Wilson se reunió en la sede diplomática de Estados Unidos con los golpistas Victoriano Huerta y Félix Díaz para firmar el Pacto de la Embajada, cuyo objetivo era el derrocamiento de Madero. Una historia de simpatía con la traición, la perfidia y el asesinato, en un asalto a un gobierno constitucional elegido por el pueblo.
1913, febrero 18
Fueron aprehendidos Francisco I. Madero y José María Pino Suárez para sacarles a punta de pistola las ansiadas renuncias. Henry Lane Wilson notificó a su gobierno que los rebeldes habían aprehendido al presidente y al vicepresidente hora y media antes de que esto sucediera.
1913, febrero 19
Henry Lane Wilson reclamó al presidente Francisco I. Madero que el consulado norteamericano de avenida Juárez y Balderas, había sido destruido en la “inhumana y bárbara batalla” que se había librado contra los alzados. Simultáneamente urgía al Departamento de Estado norteamericano el envío de buques de guerra a las costas mexicanas de “suficiente tamaño para impresionar”. Realizada la detención de Madero, Wilson reunió en la embajada al cuerpo diplomático y a Félix Díaz y a Huerta; por la noche, anunció que los conflictos en la ciudad habían terminado; y a la una de la madrugada del día siguiente firmaron el “Pacto de la Embajada" o de “La Ciudadela”, que señalaba que Huerta, con permiso del Congreso mexicano, ocuparía la presidencia provisional en las próximas 72 horas y convocaría a nuevas elecciones; que el gabinete sería nombrado por Félix Díaz, pero él no figuraría, pues recibiría el apoyo de Huerta para postularse y ganar las elecciones a la presidencia.
1913, febrero 22
Irónicamente, Henry Lane Wilson recibió al Gral. Victoriano Huerta por primera vez ya como presidente, en la recepción de la embajada por el aniversario del nacimiento de George Washington el 22 de febrero, el mismo día en que asesinaron a Francisco I. Madero y José María Pino Suárez. La conspiración culminó con la traición y asesinatos del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez. De esta forma, Huerta accedió a la presidencia interina de México, dando origen a levantamientos armados muy violentos en diversos puntos de la República Mexicana y prolongando de esta manera el conflicto de la lucha armada de la Revolución Mexicana.
1913, marzo 4
Inicia el mandato el Presidente Woodrow Wilson en EE.UU., después de su elección el presidente fue informado de los sucesos acaecidos en México por el agente especial William Bayard Hale quedando horrorizado por el involucramiento y el apoyo total de Henry Lane Wilson al golpe de estado y cuartelazo contra Madero. Hale reportó que "Francisco I. Madero no hubiera sido asesinado si el embajador estadounidense hubiera completamente entendido que la trama podía ser detenida sin asesinar", y acusó a Wilson de "traición y perfidia, asalto y patrocinio del asesinato de un gobierno constitucional".
1913, mayo
El “Informe Hale” fue el documento resultante de una extensa investigación llevada a cabo parcialmente en secreto por el periodista y diplomático estadounidense William Bayard Hale acerca de los sucesos ocurridos en México durante el periodo denominado "La decena trágica" en 1913. El informe fue tan solo uno de los ordenados por el presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson, quien envió a otras personas a investigar la situación real mexicana ante la desconfianza que le producía su embajador Henry Lane Wilson, ante la sospecha de que este había participado directamente en el derrocamiento del presidente Francisco I. Madero y el apoyo al establecimiento del dictador Victoriano Huerta. El informe fue determinante para que Wilson se negara a reconocer el gobierno de Huerta y ordenara la destitución del embajador.
1913, julio 17
El Presidente estadounidense envió a México a John Lind quién había sido gobernador de Minnesota y el Presidente despidió al embajador Henry Lane Wilson y fue llamado por su gobierno para que explicara su desempeño y ya no se le permitió regresar a México. La embajada quedó a cargo del primer secretario Nelson O’Shaughness.
1915
Durante la Primera Guerra Mundial, Henry Lane Wilson sirvió en The Commision for Relief in Belgium, aceptando la jefatura del Indiana Chapter of the League to Enforce Peace, una posición en que estaría retenido hasta su reasignación por los Estados Unidos en la Liga de la Naciones después de terminar la guerra. Wilson fue miembro de Sons of the American Revolution, Society of Colonical Wars and the Loyal Region.
1915, junio 27
Henry Lane Wilson, ya el Gral. Victoriano Huerta en el exilio y preso en los Estados Unidos, le envió un cable pocos días antes de su muerte, en el cual consideró que quizás sus achaques eran causados por el mal trato de las autoridades norteamericanas.
1916, junio
En los Estados Unidos, cuando se conocieron aquellos sucesos, causaron verdadero escándalo y vergüenza en la clase política por la participación que se atribuía al representante diplomático de Washington en la tragedia mexicana. Una tragedia que apenas comenzaba. En la prensa estadounidense se atacó tan duramente a Henry Lane Wilson que éste se vio obligado a reaccionar acusando de difamación a uno de los periodistas que más lo habían denigrado ante la opinión pública, el señor Norman Hapgood. Una copia de la causa seguida contra dicho acusado obra en el archivo histórico de México. La defensa que de sí mismo hizo el señor Hapgood es una requisitoria de tal manera tremenda contra él, que ya entonces había dejado de ser embajador en México, mostrando el verdadero rostro de corrupción, confabulación, animadversión y desprecio hacia la vida del Presidente Madero, el cual bien pudo haberlo salvado, dadas las magníficas relaciones que tenía con los militares golpistas. Pero no lo hizo, sino que patrocinó aún más el "Cuartelazo" a pesar de que Sarita la esposa de Madero solicitó su ayuda. Henry Lane Wilson sufría de un problema con la bebida y en varias ocasiones personas fueron testigos de la influencia del alcohol en el diplomático, Sarita Pérez Romero de Madero relató en una entrevista en 1916 a Robert Hammond Murray que cuando se enteró de la detención de su esposo Madero y del vicepresidente Pino Suárez solicitó personalmente la ayuda del embajador Wilson.
Reportero: ¿Cuándo tuvo usted su entrevista con el embajador y cuál fue su actitud y continente?
Sara Pérez Romero: La misma tarde del 20 de febrero de 1913. El embajador mostraba que estaba bajo la influencia del licor. Varias veces la señora Wilson tuvo que tirarle del saco para hacerlo que cambiara de lenguaje al dirigirse a nosotros. Fue una dolorosa entrevista. Dije al embajador que íbamos a buscar protección para las vidas del Presidente y Vicepresidente. Muy bien, señora -me dijo- ¿y qué es lo que quiere que yo haga? -Quiero que usted emplee su influencia para salvar la vida de mi esposo y demás prisioneros. -Ésa es una responsabilidad -contestó el embajador- que no puedo echarme encima ni en mi nombre ni en el de mi Gobierno. Seré franco con usted, señora. La caída de su esposo se debe a que nunca quiso consultarme. Usted sabe, señora, que su esposo tenía ideas muy peculiares. Yo le contesté: Señor embajador, mi esposo no tiene ideas peculiares, sino altos ideales. Me dijo que el Gral. Victoriano Huerta le había consultado qué debía hacerse con los prisioneros. ¿Y qué le contestó usted?, le pregunté. Le dije que hiciera lo que fuera mejor para los intereses del país, me dijo el embajador. Mi cuñada, que me acompañaba, no pudo menos que interrumpirlo diciendo: ¿Cómo le dijo usted eso? Usted sabe bien qué clase de hombre es Huerta y su gente, y va a matarlos a todos.
1927
El exembajador Henry Lane Wilson se retiró, en el ostracismo y caído en desgracia de la clase política de élite, a Nuevo México, publicó sus memorias en un libro para intentar justificar su actuación diplomática: Episodios diplomáticos en México, Bélgica y Chile.
1932, diciembre 22
Henry Lane Wilson muere en Indianápolis, Estados Unidos, no sin antes presidir en Indiana la Liga para Imponer la Paz durante la I Guerra Mundial, a la que renunció por no estar de acuerdo con su propósito de establecer la Sociedad de las Naciones, y servir como consultor a empresas petroleras estadounidenses radicadas en América Latina. Fue sepultado en el cementerio Crown Hill sin ningún tipo de honor diplomático.

