Los efectivos, provenientes de la Base Aérea Militar 19 en Ciudad de México, se integraron al despliegue que mantiene la Quinta Zona Militar, coordinando acciones con la Fuerza Aérea, el Ejército y la Guardia Nacional. Su misión es prevenir delitos, patrullar zonas de riesgo y colaborar con autoridades de los tres niveles de gobierno, siempre respetando la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza y los derechos humanos.
El despliegue ocurre tras recientes hechos de violencia que han generado alarma en la entidad. El 15 de noviembre, una balacera durante una competencia de carreras de caballos en el kilómetro cuatro de la Carretera Parral-Jiménez, carril Santa Teresa, dejó siete personas muertas. El ataque comenzó cuando un hombre disparó contra dos personas junto a una camioneta blanca de lujo, provocando un intercambio de fuego que se extendió a los alrededores.
Entre las víctimas se encuentra Benito 'N', señalado como un objetivo criminal vinculado a una masacre anterior en el Carril de Carreras de Maturana, donde murieron al menos cuatro personas, incluida una menor. Otros incidentes incluyen el despojo violento de una camioneta a una familia en el valle de Allende y un choque de una camioneta de lujo en El Granillo, ambos aparentemente relacionados con los mismos grupos delictivos. Las autoridades continúan investigando los hechos y buscando a los responsables.
Los 90 elementos arribaron al Aeropuerto Internacional General Roberto Fierro Villalobos a bordo de un Boeing 727 de transporte pesado de la Guardia Nacional. Con este despliegue, el gobierno federal busca garantizar la seguridad de la población y disuadir la acción de grupos criminales, en coordinación con autoridades locales y estatales.
El carril Santa Teresa, escenario de los recientes ataques, pertenece a Arturo y Augusto Medina, este último diputado y coordinador del PRI. La intervención de las Fuerzas Especiales refleja el compromiso del gobierno con la protección ciudadana y la restauración del orden en Chihuahua, donde la violencia organizada ha generado preocupación entre habitantes y autoridades.
Con estas acciones, la Sedena refuerza su estrategia de seguridad y su objetivo de proteger a la ciudadanía, mantener la paz y prevenir hechos delictivos en una de las regiones más afectadas por la violencia en el país.
