Trigo ruso a México registra caída significativa tras récords de 2023 y 2024

Trigo ruso a México registra caída significativa tras récords de 2023 y 2024



Por: Inés Arroyo 

Rusia, el mayor exportador de trigo del mundo, ha enviado este año 58,000 toneladas métricas de trigo de calidad alimentaria a México, una reducción significativa respecto a los volúmenes de 2023 y 2024, según datos del organismo de control de seguridad agrícola de Kaliningrado.

El grano salió desde el puerto occidental de Kaliningrado, región líder en producción de trigo con una cosecha proyectada de 730,000 toneladas en 2025. Entre el 1 de enero y el 5 de noviembre se inspeccionaron tres cargamentos destinados a México, incluido uno de 29,000 toneladas el 2 de noviembre. Todos pertenecen a Sodruzhestvo, el principal exportador agrícola ruso y propietario de la terminal de grano de la región.

Rusia comenzó a enviar trigo a México en 2021, con 30,000 toneladas ese año, aumentando a 947,000 toneladas en 2023, consolidándose como el tercer proveedor de México, después de Estados Unidos y Canadá. Durante los primeros nueve meses de 2024, se exportaron 549,000 toneladas, lo que evidencia que la cifra de 2025 representa un descenso notable.

Especialistas señalan que esta disminución obedece a la estrategia de diversificación de Rusia, que busca ampliar sus mercados hacia América Latina, Asia y África, reduciendo la dependencia de Oriente Medio. La expansión de terminales de grano en el mar Báltico facilita la logística para estos nuevos destinos y asegura la calidad del trigo mediante estrictos controles de cuarentena.

Para México, este ajuste implica la necesidad de evaluar alternativas de suministro y garantizar la continuidad en la importación de un insumo clave para la industria alimentaria y de panificación. Aunque el volumen exportado disminuye, Rusia sigue siendo un actor relevante para el abastecimiento de trigo en el país.

Analistas destacan que, además de los cambios comerciales, la reducción de envíos podría responder a ajustes internos de producción y exportación, así como a la búsqueda de precios competitivos frente a otros proveedores globales. Este contexto obliga a México a planificar su cadena de suministro y diversificar sus fuentes para mantener estable la disponibilidad del grano.

La operación reafirma el papel estratégico de Kaliningrado como nodo central de las exportaciones rusas y subraya la intención de Moscú de fortalecer su presencia en mercados internacionales, mientras México ajusta su estrategia de importaciones para asegurar la estabilidad del sector alimentario.