Ciudad de México impulsa recuperación de sus barrancas para fortalecer sostenibilidad urbana
Por: Inés Arroyo
La Ciudad de México enfrenta un reto estratégico en materia ambiental: la conservación y recuperación de sus barrancas, ecosistemas que no solo contribuyen a la biodiversidad, sino que también desempeñan un papel clave en la resiliencia urbana y la calidad de vida de la población. Según datos de la Secretaría del Medio Ambiente y la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial, se han identificado 44 barrancas oficialmente, aunque especialistas estiman que podrían ser cerca de 100. De estas, únicamente 27 cuentan con un decreto formal que las reconoce como áreas de valor ambiental, evidenciando la necesidad de ampliar su protección legal.
En este contexto, la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, presentó el Plan Integral de Recuperación de Ríos y Barrancas, cuyo objetivo es limpiar, sanear y restaurar 26 barrancas de la capital. La iniciativa busca rescatar la vocación ecológica de estos espacios, garantizar la continuidad de sus servicios ambientales —como captación de agua, regulación térmica, producción de oxígeno y preservación de especies— y devolverlos a la ciudadanía como áreas seguras, productivas y de recreación.
El plan no solo representa un avance ambiental, sino también institucional. Se propone fortalecer la Ley Ambiental de la Ciudad de México y robustecer el Consejo Intersectorial, incorporando la participación de secretarías clave —como Medio Ambiente, Obras y Servicios, Gestión Integral del Agua y Protección Civil—, así como de las alcaldías involucradas y de representantes de los sectores académico, empresarial y social. Esta coordinación busca garantizar decisiones más inclusivas y efectivas para la gestión de las barrancas.
Especialistas y legisladores destacan que la atención integral de estos ecosistemas es un imperativo ecológico y una oportunidad histórica para consolidar una ciudad más natural, sostenible y resiliente. "Nos corresponde a todas y todos acompañar este esfuerzo para que las barrancas no sean vistas como zonas olvidadas sino como auténticos pulmones, fuente de vida y pilares de la resiliencia de la Ciudad de México", enfatizó la diputada Brenda Fabiola Ruiz Aguilar durante la sesión del Congreso.
Con políticas públicas claras, restauración activa y reconocimiento legal, la Ciudad de México busca asegurar que sus barrancas sigan proporcionando servicios ambientales esenciales y se conviertan en espacios vivos, seguros y accesibles para la ciudadanía, consolidando así un modelo urbano más sostenible para el futuro.
