La esencia de la Casa Azul de Frida Kahlo se ha trasladado al desierto de Arizona. Los Jardines Botánicos de Tucson (JBT) inauguraron el pasado 11 de octubre El Jardín de Frida, una réplica al aire libre inspirada en el icónico jardín del Museo Frida Kahlo en Ciudad de México.
El espacio conserva elementos emblemáticos de la residencia coyoacanense: su pirámide de inspiración mexica, el estanque de los sapos, los muros azules y la placa que recuerda que "Frida y Diego vivieron en esta casa 1929-1954". Sin embargo, la reproducción no es una copia exacta: combina especies originales con plantas nativas del sur de Arizona, como yuccas locales junto a la tradicional yuca mexicana, adaptándose al clima y al suelo de la región.
El jardín ocupa 465 metros cuadrados dentro de las 2.2 hectáreas de los JBT y se encuentra estratégicamente entre el jardín mexico-americano y el dedicado al paisajista brasileño Roberto Burle Marx. En total, el conjunto alberga 20 jardines al aire libre, donde el arte, la historia y la naturaleza se encuentran para educar y acercar a la comunidad con la cultura.
Michelle Conklin, presidenta y directora de los JBT, aseguró que el Jardín de Frida "es fiel a la estética intrépida de la pintora, donde el color y la naturaleza tienen un papel central, y se convierte en un espacio profundamente personal que refleja el amor de Frida por las plantas y la vida".
La directora del Museo Frida Kahlo, Perla Labarthe, destacó que este proyecto permite "expandir los muros azules de la Casa Azul hacia nuevas comunidades como Tucson, compartiendo la inspiración y la identidad de Frida con un público más amplio". Además, subrayó que el jardín representa la enseñanza y creatividad de la artista, ya que fue allí donde impartió clases a sus alumnos de La Esmeralda, conocidos como "Los Fridos".
La planificación del Jardín de Frida tomó en cuenta la evolución histórica del espacio original, revisando fotografías, material fílmico y la disposición de plantas endémicas de México, adaptándolas con sustituciones por especies locales para garantizar su crecimiento en el clima de Tucson. Por ejemplo, se plantó una jacaranda con la intención de proporcionar sombra y flores en la temporada de primavera.
Perla Labarthe enfatizó que la intención del proyecto es que la exhibición sea permanente, ofreciendo un espacio cultural y educativo que refleje la personalidad y creatividad de Frida Kahlo. "La Casa Azul es Frida, y este jardín es parte integral de su identidad, un puente entre su México natal y la comunidad de Tucson", concluyó.
El Jardín de Frida se suma a otras iniciativas similares en Estados Unidos, como en San Antonio, Texas, y Naples, Florida, donde la experiencia ha sido adaptada a las condiciones locales, buscando siempre mantener la esencia y el espíritu de la pintora coyoacanense.