La fiscal de París, Laure Beccuau, informó que los dos hombres arrestados por el robo ocurrido el pasado 19 de octubre en el museo del Louvre "reconocieron parcialmente los hechos", aunque las joyas sustraídas aún no han sido recuperadas. El atraco, perpetrado en cuestión de minutos, involucró ocho piezas de la corona francesa, cuyo valor se estima en más de 100 millones de dólares.
Los detenidos formarían parte de un comando de cuatro hombres que accedió al museo mediante un montacargas instalado en la vía pública y forzó con una sierra discal las vitrinas que contenían las joyas. Tras cometer el robo, escaparon en motocicleta. Uno de los arrestados es ciudadano argelino de 34 años residente en Francia, mientras que el otro es un ciudadano francés de 39 años; ambos cuentan con antecedentes penales.
Durante la presentación ante los magistrados, se les imputó por "robo en banda organizada", delito que puede acarrear hasta 15 años de prisión, así como por "asociación para delinquir", con penas de hasta 10 años. La fiscal subrayó que, aunque se ha podido confirmar la participación de cuatro individuos, no se descarta que exista un autor intelectual o personas que hayan recibido las joyas robadas.
Entre las piezas sustraídas destacan una diadema de perlas que perteneció a la emperatriz Eugenia y un conjunto de collar y pendientes de zafiros de la reina María Amelia. Durante la huida, los ladrones dejaron caer una corona de la emperatriz Eugenia, que resultó dañada y cuya restauración será delicada, advirtió Beccuau.
La fiscal insistió en que "contrariamente a lo que circula en algunos medios, nada permite afirmar por el momento que los delincuentes hayan contado con algún tipo de complicidad dentro del museo". Las investigaciones continúan para localizar las joyas y esclarecer la participación de todos los implicados.
Este robo se suma a una serie de incidentes recientes que han puesto en alerta a los museos europeos, resaltando la necesidad de reforzar la seguridad de piezas históricas de gran valor cultural y económico.
El Louvre, uno de los museos más importantes del mundo, alberga colecciones que datan de siglos atrás, y este incidente ha generado preocupación tanto en Francia como en la comunidad internacional, por el impacto patrimonial y cultural de la pérdida temporal de estos tesoros históricos.