México se prepara para un lunes paralizado: megabloqueo nacional encenderá la crisis en carreteras


México se prepara para un lunes paralizado: megabloqueo nacional encenderá la crisis en carreteras


Por: Inés Arroyo 


A pocas horas de que inicie una de las movilizaciones más grandes del año, organizaciones de transportistas y productores agrícolas confirmaron un megabloqueo nacional que amenaza con paralizar el país este 24 de noviembre, un día que se anticipa caótico para millones de personas. La jornada arrancará a las 8:00 de la mañana y, de no haber respuesta del gobierno federal, podría prolongarse de manera indefinida.

La protesta será encabezada por el Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano (FNRCM), el Movimiento Agrícola Campesino (MAC) y la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC), organizaciones que desde hace meses han advertido sobre un deterioro que aseguran ya es insostenible. Los integrantes señalan un panorama que mezcla violencia creciente en carretera, extorsiones constantes, abusos en revisiones y una ausencia de apoyos que ha golpeado tanto al transporte como al campo.

Los líderes de estas agrupaciones explicaron que el megabloqueo no surge como una medida aislada, sino como la respuesta acumulada a una crisis que, aseguran, ha sido ignorada. El anuncio de un posible "paro total" ya había sido lanzado semanas atrás, pero ahora se traduce en una operación de alcance nacional que contempla cierres simultáneos en carreteras, autopistas y puntos estratégicos de conexión.

Entre las zonas más afectadas se encuentran las principales autopistas que conectan al Valle de México, rutas que diariamente movilizan miles de vehículos de carga, transporte público y automovilistas. La expectativa es que estas vías sufran interrupciones severas, acompañadas de bloqueos en al menos 20 estados del país, incluidos varios accesos fronterizos.

El impacto será inmediato: tránsito detenido, retrasos logísticos, afectaciones comerciales y un despliegue de presión que busca obligar a las autoridades a voltear hacia un sector que demanda garantías mínimas de seguridad y operación. Las organizaciones participantes insisten en que el objetivo no es perjudicar a la ciudadanía, sino visibilizar un problema que aseguran se ha vuelto urgente.

En este escenario, el lunes se perfila como un día crítico. Más que una protesta, el megabloqueo se ha convertido en un llamado nacional que no solo exige respuestas, sino que pone sobre la mesa una realidad que ha alcanzado su límite. Mientras tanto, ciudadanos, empresas y autoridades se preparan para enfrentar una jornada que marcará el pulso del país y abrirá un nuevo capítulo en la disputa entre los transportistas y el gobierno federal.