Por: Héctor Herrera
La llegada de la líder opositora venezolana María Corina Machado a Noruega, en el marco del Premio Nobel de la Paz, estuvo marcada por una compleja y poco común operación logística que incluyó el uso de una aeronave privada con matrícula mexicana, registrada y operada desde el estado de Querétaro.
De acuerdo con reportes periodísticos y registros de rastreo aéreo, Machado abordó un jet ejecutivo Embraer Legacy, con matrícula XA, aeronave registrada en México y vinculada a operaciones de aviación ejecutiva con base en el Aeropuerto Internacional de Querétaro. El avión ha sido asociado a empresas de taxi aéreo que operan vuelos privados de largo alcance.
La ruta seguida por la aeronave fue clave para garantizar la seguridad de la dirigente venezolana. Tras permanecer durante meses en la clandestinidad debido a la persecución política en su país, Machado logró salir de Venezuela y trasladarse inicialmente a Curazao, desde donde abordó el jet privado. Posteriormente, la aeronave realizó una escala técnica en Estados Unidos, específicamente en el aeropuerto de Bangor, Maine, antes de cruzar el Atlántico rumbo a Oslo, Noruega.
Aunque el avión realizó movimientos previos en territorio mexicano, autoridades migratorias de México confirmaron que no existe registro oficial de entrada o salida de María Corina Machado al país, lo que descarta que haya permanecido en suelo mexicano durante el trayecto. Estos desplazamientos previos corresponden únicamente a la operación logística de la aeronave.
La utilización de un avión privado y una ruta con múltiples escalas respondió a la necesidad de reducir riesgos ante posibles intentos de detención o interferencia por parte del régimen venezolano. La operación se desarrolló bajo estrictas medidas de discreción, lo que explica la confusión inicial sobre el itinerario exacto del vuelo y el papel de México en el traslado.
Machado fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz por su trayectoria en defensa de la democracia, los derechos humanos y la libertad política en Venezuela. Debido a la complejidad del traslado y los tiempos del viaje, no pudo estar presente en la ceremonia oficial, por lo que el galardón fue recibido por un familiar cercano. Días después, la opositora apareció públicamente en Oslo, donde sostuvo encuentros con simpatizantes y representantes internacionales.
El caso ha generado atención internacional no solo por el reconocimiento otorgado, sino también por el uso de una aeronave mexicana en una operación de alto perfil político, lo que pone de relieve el papel de la aviación privada en traslados sensibles de líderes perseguidos y el alcance internacional de operadores aéreos con base en México.