MareNostrum 5: el salto tecnológico que redefine a México
Por: Inés Arroyo
México dio un paso firme hacia el fortalecimiento de su infraestructura científica con el anuncio de que, en enero de 2026, entrará en operación la supercomputadora más poderosa de América Latina, un proyecto que promete transformar la capacidad tecnológica del país. La presidenta Claudia Sheinbaum presentó la iniciativa como un eje central de la estrategia nacional para impulsar el desarrollo digital y reducir la dependencia tecnológica del extranjero.
El sistema llevará el nombre MareNostrum 5, en referencia al modelo europeo desarrollado por el Barcelona Supercomputing Center (BSC), institución con la que México firmó un convenio de cooperación. Esta alianza permitirá compartir conocimientos, avanzar en investigación conjunta y formar especialistas capaces de operar equipos de alto rendimiento. Además, mientras se instala el sistema mexicano, el país tendrá acceso inmediato a la infraestructura del BSC para proyectos prioritarios.
La supercomputadora será colocada en el Centro Mexicano de Supercómputo y realizará 314 billones de operaciones por segundo, cifra que coloca a México en una posición estratégica dentro del panorama regional. Su capacidad multiplicará el alcance actual de las instituciones públicas que trabajan con grandes volúmenes de información.
Entre sus aplicaciones destacan la creación de modelos meteorológicos y climáticos de mayor precisión, herramienta clave para anticipar fenómenos naturales y reforzar la prevención de riesgos. También procesará datos fiscales y aduaneros, lo que ayudará a instituciones como el SAT a agilizar análisis y detectar anomalías con mayor rapidez. En el sector agrícola, permitirá interpretar imágenes satelitales para mejorar cultivos, planear cosechas y evaluar condiciones del suelo.
El proyecto incluye un componente académico relevante: especialistas, estudiantes y técnicos mexicanos viajarán al BSC para recibir formación en física, matemáticas, ingeniería y áreas afines. Esta preparación busca garantizar que el país cuente con personal altamente capacitado para operar la infraestructura y desarrollar proyectos propios de inteligencia artificial y análisis avanzado.
La instalación de MareNostrum 5 tomará entre 24 y 36 meses, pero desde ahora México podrá utilizar la capacidad europea para avanzar en investigaciones críticas. Con esta apuesta, el país abre una etapa en la que el supercómputo se convierte en una herramienta esencial para la gestión pública, la toma de decisiones y el desarrollo científico.
La llegada de esta tecnología posiciona a México en un nuevo nivel dentro del ecosistema global, con una infraestructura capaz de responder a desafíos climáticos, económicos y tecnológicos de manera más ágil y precisa.