Por: Héctor Herrera
Los inventarios mayoristas de Estados Unidos registraron un repunte significativo durante septiembre, un movimiento que apunta a un impulso adicional para el Producto Interno Bruto (PIB) del país en el tercer trimestre de 2025. El informe, publicado por la Oficina del Censo del Departamento de Comercio, reveló que las existencias aumentaron 0.5% tras la baja de 0.1% registrada en agosto, superando con creces la expectativa del mercado, que anticipaba un avance moderado de apenas 0.1%.
El incremento se concentró, principalmente, en los bienes manufacturados duraderos. Equipos informáticos, productos eléctricos y metales encabezaron el crecimiento del sector, mientras que las existencias de vehículos de motor se mantuvieron sin cambios. De acuerdo con el reporte, las existencias avanzaron 1.8% a tasa anual durante septiembre, una señal de recuperación tras los ajustes que el sector empresarial arrastró en meses previos.
El informe, que se había retrasado 43 días debido al cierre parcial del gobierno, cobra relevancia por su impacto directo en la medición del PIB. Durante el segundo trimestre, las existencias empresariales registraron una disminución anualizada de 18,300 millones de dólares, lo que restó 3.44 puntos porcentuales al crecimiento económico. Sin embargo, ese efecto negativo fue contrarrestado por una contribución récord de 4.83 puntos porcentuales derivada de la reducción del déficit comercial.
Para el tercer trimestre, las proyecciones continúan siendo optimistas. La Reserva Federal de Atlanta estima que la economía estadounidense habría crecido a una tasa anualizada de 3.5%, ritmo impulsado en parte por la recuperación de inventarios observada hacia septiembre. La primera estimación oficial del PIB para ese periodo está programada para publicarse el próximo 23 de diciembre.
Cabe recordar que entre abril y junio la economía estadounidense registró una expansión de 3.8%, una cifra robusta en un entorno global marcado por la desaceleración comercial y las presiones inflacionarias que continúan moderándose. Especialistas consideran que la estabilización de inventarios mayoristas constituye un signo de ajuste saludable entre demanda y oferta, además de un indicador de que las cadenas de suministro mantienen un nivel de operación más estable que en años recientes.
Con estos resultados, el comportamiento de los inventarios se perfila como un factor determinante para cerrar el año con un crecimiento económico sólido, especialmente en sectores vinculados a bienes duraderos y manufactura. El desempeño final dependerá no sólo del movimiento de existencias, sino de la evolución del gasto de los consumidores y de la actividad comercial en la temporada de fin de año, un periodo que tradicionalmente influye en el balance económico del cierre anual.
